Fue el alemán Von Gloeden que bautizó la “Isola Bella” (“Isla Bella”) ese lugar que le había seducido con su aurea mágica y sugestiva. Monumento natural, integrado en el territorio comunal en 1984 para hacerse reserva natural orientada.
La isla, que está en realidad conectada a la orilla por un puente de arena, que es sumergido durante las estaciones por las olas, alberga la Villa de los antiguos dueños y se puede hoy visitar. Es parte del Parque Arqueológico de Naxos.